Ruta: Almonte, Bollullos, La Palma, Berrocal, El
Manzanito, El Guijo, La Palma,
Bollullos, Almonte.
¡Hola amigos! ¡ Que os voy a contar del calor que
hace hoy! Miguel Ángel y su cuñado Rafael están desaparecidos, Manolo Sánchez
se va con su cuñado Nicolás Magro (“güena” gente) al Rocío, así que Suárez,
Martín y yo, Gonzalo a pasar calor metidos en “las fundas de motoristas”.
Era la hora acostumbrada y el sitio de siempre y nos
fuimos hacia Bollullos por la pista que sale frente al polideportivo. Una leve
brisa, nubes altas y presunción del calor que vendría luego. La pista hasta
Bollullos está un poco deteriorada, con roderas y eso que apenas llovió. Me
parece que el problema es de la zahorra caliza que le han echado en lugar de la
zahorra natural. ¿Vas cogiendo honda?
Llegada a Bollullos y en el kiosco Reyes parada para
desenfundarnos las chaquetas, guantes y cascos y rato para desayuno y charla.
¿Qué qué desayunamos? Imagínatelo.
Luego carretera hasta La Palma que atravesamos y en
su circunvalación desvió hacía Berrocal pasando por el pantano de El Corumbel.
¿De verdad esta carretera tenía tantas curvas antes? ¿O es que con el calor
parece que no vamos a llegar nunca?
No entramos en Berrocal sino que enfilamos el cruce
hacía Marigenta y pasado el puente del Tinto nos metemos “en harina”. Queríamos
llegar pronto a este punto porque desde aquí es donde empezaba nuestro
disfrute. Esperamos un ratito en una sombra para descansar y enfilamos el
Camino Rural Peñas Blancas- Valverde.
La pista como siempre bien de firme, con sus
correspondientes curvas y gran cantidad de restos de la molienda de la madera
que se cortó hace tiempo. Van desapareciendo los eucaliptos y hasta que los
pinos se apoderen del paisaje éste presenta espacios semidesérticos. Luego
llegan los pinos y vamos dejando atrás los cruces de Camino de Los Herreros, La Puya y el Pozuelo (dos
separados por algún kilómetro) todos a nuestra derecha y El Manzanito a nuestra
izquierda.
Seguimos como un kilómetro en la dirección que
traíamos (Valverde) y aparece a nuestra izquierda la indicación que buscábamos
: Ribera de Valverde.
Suárez y yo ya conocíamos esta pista que habíamos
recorrido una vez en sentido inverso pero queríamos enseñar a Martín esta zona.
La pista bien de firme, al principio llana, con curvas y entre pinos. Nueva
parada en lo alto para refrescarnos un poco y enseguida comenzamos a bajar por
empinadas cuestas hasta llegar al fondo donde el arroyo llevaba algo de agua
corriendo.
Breve parada y enfilamos ahora una larga y pronunciada cuesta arriba
llena de curvas y que nos van a subir hasta el cruce :El Manzanito – Valverde. Tomamos dirección al poblado por una buena pista.
Hay algunas casas abiertas, la gente por supuesto estará dentro. Sólo algunos
jóvenes se entretienen jugando al fúlbol en un
pequeño llano a la salida.
Desde aquí hasta El Guijo la pista no es una pista:
es autopista. Ancha, con un firme excelente, con curvas amplias, sólo algo de
polvo que levantan las motos y nos hace ir más espaciados. El paisaje de pinos.
Atravesamos El Guijo sin detenernos. No hay nadie en
el poblado, me recuerda en su abandono los últimos tiempos de El Abalario.
También fue en tiempos un poblado dedicado a la repoblación forestal.
Seguimos adelante y primero bajamos hasta cruzar un
arroyo y luego empezamos a subir hasta llegar al cruce con la carretera La Palma – Valverde frente al Centro
de tratamiento de residuos sólidos de Villarrasa.
Desde aquí carretera hasta Almonte atravesando La Palma, Bollullos y cogiendo
la carretera de servicio de la autopista que nos lleva hasta la piscina
municipal de Almonte. Son las dos menos diez y llevamos recorridos 113 kilómetros.
¿A que nos merecemos una cervecita fresquita? ¡O dos!
¡Recuerdos a los que se lo perdieron y hasta la próxima!
¡Con este
calor no sé ni cómo me salió esta crónica!