domingo, 6 de noviembre de 2011

Sábado, 5 de noviembre de 2011, por Gonzalo

Ruta: Almonte, Bollullos, La Palma, Niebla, Raboconejo, Circuito “Las Arenas”, La Palma, Bollulos, Almonte.

Hoy salimos Martín, Suárez, Manuel Sánchez y yo, Gonzalo. De Dani y de Miguel Ángel no tenemos noticias.
El día soleado, aunque con algo de viento y los primeros fríos del otoño apareciendo.

Salimos por el camino del Recinto ganadero y lo primero que encontramos es un gran charco de agua que cruza de parte a parte la pista y nosotros con “las botitas limpias”, así que media vuelta y al camino que sale frente al polideportivo que presenta los primeros charcos y algo de barro. 

Atravesamos Bollullos y cogemos la pista que saliendo de la rotonda ”de 28 de febrero” nos lleva a la carretera ecológica de Hinojos-La Palma. Coches de cazadores y gente cogiendo aceitunas en el camino. Dificultades por los charcos. 

Llegamos a la Palma y buscamos el camino que nos lleve hasta Niebla. Lo encontramos a la entrada desde Bollullos a la izquierda y empezamos a subir y bajar unas empinadas cuestas que no te las imaginas en plena llanura de campiña. Transcurre la pista paralela a la nacional Huelva-Sevilla y proporciona unas hermosas vistas de La Palma y de Villarrasa. Las lluvias de estos días ha creado surcos en ella y deja al descubierto piedras del firme. Subiendo y, en uno de estos surcos “se me cae la moto”. Primer incidente del día aunque yo salgo de pie porque iba muy despacio. 


  
Encontramos una pista que sube desde Villarrasa y la tomamos a la izquierda y 50 metros arriba un desvío a la derecha que en seguida se vuelve muy pedregoso. Atravesamos por unos olivos sorteando el envite de dos perros que se nos vienen encima con malas pulgas y llegamos a una pista buena que, a la derecha, nos acerca hasta Niebla atravesando las vías del tren.

Desayuno con churros junto a sus murallas (todo un lujo) y segunda equivocación. Tomamos la carretera de Beas en lugar de la de Valverde. Mucho viento, carretera de buen firme. En Candón Suárez, que se orienta mejor, nos retrae a la aldea de La Peñuela para atravesarla y buscar la carretera Niebla-Valverde. El viento arrecia tanto que creo que la moto está pinchada. Navega en lugar de correr. Encontramos la carretera que queríamos y “pa Valverde”. Buen firme, pinos de repoblación en el recorrido, alguna zona recreativa y por fin el sitio al que queríamos llegar: Caballón-Raboconejo. 



¡Que no sabes dónde está eso! ¡Pero hombre si hasta se anuncian café con buñuelos! Nos metemos en camino entre olivos, pinos, alcornoques y pequeños huertos y entramos en la aldea. Si antes entramos antes salimos. Casas diseminadas y tranquilidad en un ambiente relajante. Atravesamos y segunda equivocación: cogimos una cancela que siempre antes habíamos visto cerrada y nos adentramos en un paisaje pedregoso de jaras y monte bajo y empezamos a bajar hasta casi llegar a un arroyo que lleva poca agua pero una pendiente muy empinada. En medio de la pendiente nos paramos para ver si seguíamos. Como nos parecía muy peligroso decidimos volver y esta vez cogimos el camino correcto. 




Queríamos llegar hasta un centro del Infoca que se encuentra por allí. Tercera equivocación: no encontramos el camino correcto y vueltas y revueltas entre alcornoques, pinos y arenas, alguna edificación en ruinas. El día se vuelve nublado y con ambiente de lluvia. ¡Mira que si nos mojamos! y por fin siguiendo el lecho de un arroyo, seco en gran parte, encontramos el destino. Parada, charla, cigarrito, caramelo y soltamos la adrenalina que algunos llevábamos encima. Esta incertidumbre en la ruta es la que te hace más atractivo el camino. Comentamos que en nuestros principios el perderse en ruta era lo normal y que los nuevos “fichajes” no están acostumbrados a ello.

Volvimos a la cercana carretera que habíamos abandonado y nos metimos a la derecha en el circuito de motociclismo de Valverde “Las arenas”. Desde su vallado vemos alguna de las dificultades de su recorrido. Estuvimos allí con lo del campeonato del mundo de enduro de hace dos años.

Luego vuelta por carretera a La Palma, Bollullos y vía de servicio de la autopista hasta Almonte. Llegamos a las dos y cuarto con un sol espléndido y 105 kilómetros encima.  Las motos traen ya algo de barro.

En el bar de la piscina una cervecita fresquita y “pa casa”.

¡Hasta la próxima!

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