martes, 17 de abril de 2012

Domingo, 15 de abril, por Gonzalo


 Ruta: Almonte, El Rocío, Villamanrique, Hinojos, Almonte.

¡Hola amigos! Hoy sólo hemos salido Suárez, Martín y yo, Gonzalo. Salimos hoy porque ayer sábado anunciaban lluvia y lo pospusimos para hoy. El día estaba despejado, con algo de viento a esta hora y un poco de frío.

Partimos desde la gasolinera y tomamos el Camino de Los Llanos hacia el Rocío por el puente de los Olivarejos y a la llegada a los pinares tomamos una senda entre los pinos que nos iba acercando a “la pasá del chivo”. Vamos despacio y a la moto de Martín se le enciende un piloto rojo que nos hace detenernos. Como al momento se apagó nos parece que puede deberse a calentamiento por la poca velocidad. Durante el resto del recorrido ya no se volvió a encender.

Tomamos el camino de los Puertos hasta el cruce de la carretera de El Rocío-Hinojos donde giramos a la derecha y el primer desvío giro a la izquierda y nos metemos entre fincas de fresas y frambuesas.

Esta zona del término está cuadriculada por pistas que están arregladas con materiales de carretera. Pasamos por delante de El Ranchito (una finca propiedad de un mejicano) y después de pasar por los cercados de El Rocío llegamos a la aldea buscando donde tomar … CAFÉ CON CHURROS. 


Llegamos hasta la misma ermita, dejamos las motos en el paseo marismeño, compramos churros frente a la iglesia y en un bar cercano descansamos un rato con el desayuno y la charla. Vemos pasar un buen número de ciclistas “uniformados” que parecen venir desde la ermita.



Luego tomamos el paseo marismeño hasta el observatorio y seguimos hasta encontrar la R 4 que rodea a la aldea. Pasamos por delante del Puente del Ajolí y tomamos un camino paralelo al Caño Marín. Nuevos cercados y camino de cabras que nos lleva a la primera buena pista que pasa por la finca Hacienda de la Rosa (una enorme plantación de naranjos).

Llegamos a la carretera El Rocío-Villamanrique, pasamos una cancela que dejamos cerrada y unos cuantos de kilómetros hasta llegar al pueblo en la rotonda de la gasolinera y junto al Restaurante El Gato donde giramos a la izquierda y bordeamos Villamanrique buscando el camino que sale hacia Ardea Purpúrea que está señalizado.

Llegada al complejo y foto de recuerdo en la puerta y de frente a la dehesa. 



 
Desde aquí en adelante recorremos un camino vallado entre una hermosa dehesa. El camino está asentado con las lluvias de ayer. Pronto cogemos una buena pista que es un carril verde y lo abandonamos a la izquierda para buscar el Vado del Quema.

Nueva parada en el lugar. Frente a nosotros y al otro lado del charco aparecen dos Van Van como la de Martín.

Tomamos luego la primera pista a la derecha que es El Carril de los Isleños y nos llevará hasta cruzar la carretera Hinojos-Pilas, seguimos y pasamos por debajo de la carretera Hinojos-Villamanrique tomando la pista paralela. Hay gentes a caballo y con carros por aquí. Luego de pasar el “ojo” que nos llevaría hasta Pilas tomamos un atajo a la izquierda que nos va a llevar hasta una planta de carbón cercana. La bordeamos y girando a la derecha nos encaminamos hasta Hinojos.

En su entrada y frente a la piscina nos paramos a tomar una cervecita con salchichas al vino de obsequio en el Bar La Pileña. El viento arrecia y nos refugiamos en su terraza cubierta para ratito de charla.

Luego tomamos el camino de El Merendero pasando por delante y tomamos la primera pista de El Tableao a la derecha. Pasamos por delante de la casa forestal de El Membrillo (hoy con el viento no hay gente), la de Cumbrehermosa que tiene en la puerta un camión del Infoca y por el Camino de Los Huertecillos llegamos al pueblo a las dos del mediodía y con 82 kilómetros “en el lomo”.

¡Recuerdos para los que no vinieron y hasta la próxima!

lunes, 9 de abril de 2012

Especial Semana Santa

Jueves Santo, 5 de Abril, por Suárez

Ruta: Almonte, Niebla, Beas, Los Álamos, Navalhermosa, Los Pinos, El Manzanito, El Berrocal, La Palma, Bollullos, Almonte.

Participantes: Manolo, Miguel Ángel, Rafael Rubens y Suárez. Gonzalo y Martín, cada uno por distintos motivos, no pueden acompañarnos.

Como siempre, quedamos a las 9’30 de la mañana en la gasolinera. Miguel Ángel decide hoy el rumbo, quiere repetir la ruta que hace dos o tres semanas hicimos con Gonzalo, y que no conocen ni Manolo ni Rafael. Está nublado pero no parece que vaya a llover.

Para aprovechar al máximo el recorrido por la sierra decidimos dirigirnos directamente por carretera hasta Beas. Como no queríamos que se hiciera muy monótono este trayecto, entramos en Rociana y por la carretera antigua (la que pasa por delante del campo de futbol) llegamos a Niebla.

En uno de sus semáforos, en el que nos posicionamos como si fuera una parrilla de salida, acordamos no pararnos en el bar de siempre para comer churros y seguir todo el tramo de carretera que teníamos pendiente hasta Beas.

Hace frío en la moto, es temprano y la velocidad, aunque no sea mucha, hace que lo notemos en las piernas. Algunos, por un exceso de confianza, han dejado de ponerse los calzones largos debajo del pantalón y al final, en una de las paradas, han tenido que calzarse los pantalones impermeables que llevaban por si llovía.

En Beas preguntamos por una churrería y ¡que mala suerte! la única que parece existir está cerrada; así que nos metemos en una cafetería y sustituimos los churros por unas tostadas (una entera para todos) con “pringá”.

Tras el pequeño desayuno nos dirigimos hasta el camino que saliendo del pueblo nos lleva hasta Los Álamos. El camino estrecho y bacheado, que trascurre casi paralelo a la carretera de Beas-Valverde, nos resulta muy divertido, un aperitivo perfecto para la larga y serpenteante ruta que vamos a emprender.

De Los Álamos sólo vemos la primera línea de casas que nos encontramos de frente porque en el primer cruce giramos a la derecha. Llegan las primeras fotos en un alto que nos ofrece una panorámica preciosa en el que se adivina el trazado del camino que a continuación vamos a tomar entre campos de olivo.




En el siguiente cruce giramos esta vez a la izquierda. El camino se estrecha y aparecen los primeros charcos que sorteamos con facilidad aprovechando el paso seco que nos ofrecen  sus márgenes en contacto con la vegetación.

Llegamos a Navalhermosa y con la lección aprendida -la última vez dimos unas cuantas de vueltas hasta encontrar el camino correcto- nos desviamos girando a la izquierda hasta la pequeña ermita de la aldea.

Tras ella, aparece recto el camino que nos llevará hasta Los Pinos. Una pequeña subida rota por surcos labrados por el agua, eucaliptos, camino arenoso pero asentado, zonas de cultivo y pinares salpicados de casas que van anunciando la proximidad de la urbanización.

En los Pinos, buscando el camino que nos lleva hasta la Venta de Las Tablas (situada a la altura de la conexión de la carretera de Niebla-Valverde con la de La Palma-Valverde) nos encontramos un gran charco que nos hizo parar…dudar… pero que al final superamos con más facilidad de la que suponíamos. A continuación un perro algo desorientado, del que Miguel Ángel no parece fiarse, nos bloquea el paso. Como otras veces, empezamos a dar acelerones para asustar al animal. Al final se apartó por su cuenta con la misma cara de perplejidad con la que nos estuvo mirando todo el tiempo.



Tras una cuesta pronunciada nos encontramos la pista que nos conduce al camino. Lo tomamos con precaución. Sabemos que la confianza que nos transmite su buen firme puede jugarnos una mala pasada en las curvas cerradas que se suceden entre pendientes, abruptas laderas y verdes valles.






Cuando llegamos a la Carretera, a la altura antes señalada, nos desviamos al Manzanito por el camino que se inicia justo en frente del Circuito las Arenas en dirección a la Palma. Ya en la aldea, tras consultar la hora, decidimos seguir hasta El Berrocal. Una ruta que siempre nos gusta disfrutar y en la que algunos se permitieron ciertas travesuras: subidas a pequeños cortafuegos, desvíos a “trochamonte”, etc.







Se hace tarde, así que cuando llegamos a la carretera decidimos renunciar a la cervecita en El Berrocal y poner rumbo a Almonte.



Llegamos a Almonte a las dos y cuarto aproximadamente, con unos ciento cuarenta y cinco kilómetros a la espalda. En Almonte, Miguel Ángel, Rafael y yo, terminamos tomándonos la cervecita de rigor en el Bar El Gringo de la Barriada.

Hasta la próxima.
 
Sábado Santo, 7 de abril, por Gonzalo.

Ruta: Almonte, Los Huertecillos, Manzanilla, El Berrocal, La Palma, Bollullos, Almonte.

¡Hola amigos! Salimos “de penitentes” hoy Suárez, Martín, Miguel Ángel y yo, Gonzalo. A la hora de siempre, desde el sitio de siempre, con cielo despejado, sin viento y con frío.

Salida en dirección a la rotonda de la carretera de Rociana y nos encontramos un fuerte control de la Guardia Civil con numerosos efectivos y hasta helicóptero que supervisa desde arriba. No nos paran y en la vía de servicio Miguel Ángel que se vuelve. Siente frío y regresa por un chaquetón. Nos reunimos en el Camino de la Dehesa y emprendemos el camino. Ha llovido estos días algo y no hay polvo. La pista bien de firme. Llegada al pinar de El Tableao y giro a la izquierda hasta llegar a la carretera “ecológica” Hinojos-La Palma. Hay gente que a esta hora corre por estos lugares.

Giro a la izquierda ya en la carretera y en el segundo cruce giro a la derecha por una buena pista arreglada con material de carretera. Hoy no hemos visto el globo que vimos en anteriores ocasiones. Atravesamos la autopista y nos metemos en un eucaliptal. Las recientes lluvias compactan las arenas y empiezan a aparecer “brotes verdes” en el camino. Un poco más adelante nos cruzamos con un energúmeno que, en un quad, por poco nos arrolla haciendo el tonto. Estos “elementos” hacen  que este tipo de vehículo tenga la fama que tienen.

Librados del incidente llegamos a Manzanilla. Ya sabíamos dónde tomar … CAFÉ CON CHURROS. Así que en el bar y, junto a un numeroso grupo de ciclistas de carretera, desayunamos y ratito de charla. Hoy hemos hablado más de la cuenta en las numerosas paradas del recorrido.



Salimos buscando la pista que recorre los pueblos del Condado en paralelo a la carretera Huelva-Sevilla. Pasamos junto a la Cruz del Camino del Campo que hay a la salida y después de tres o cuatro kilómetros de camino de cabras llegamos hasta ella. Giramos a la derecha en dirección a Paterna. Cuando por la derecha divisamos a lo lejos su caserío, tomamos una pista a la izquierda que nos va a llevar a una cantera abandonada.



 

 

 

Giramos a la izquierda y entre olivos al principio y alcornoques después nos metemos en “harina”. En el siguiente cruce tomamos a la derecha y empiezan los eucaliptos durante varios kilómetros. Pasamos por delante de la casa forestal de El Parrondal y en el siguiente cruce giramos a la derecha y nos metemos en un alcornocal. Hay granjas de cochinos con cercados de piedras y curvas y recurvas con buen firme. En una de las múltiples paradas Suárez y Miguel Ángel que intercambian de monturas. Cien metros adelante y la “chinita” que se para y Miguel Ángel apenado diciendo que él no hizo nada.




Martín se da cuenta enseguida de que se quitó la cadena y aprovechamos para nueva parada. Después de poner bien la cadena “montamos el taller” y aprovechamos para tensar la cadena y hacer lo propio con la moto de Martín.

Más adelante Suárez que se para y me hace que pruebe la Honda de Miguel Ángel mientras él toma mi Yamaha. Estoy como “gallina en corral ajeno” con los mandos aunque constato que es suave en su suspensión, cambio y con “bajos” que no tiene mi ciclomotor. El sillón es cómodo y amplio. Tiene, por el contrario, duras las manetas de embrague y freno. En resumen creo que hizo buena compra.

Después de abandonar los alcornoques, las jaras se apoderan del paisaje y así hasta llegar a la carretera El Madroño (provincia de Sevilla)-El Berrocal (provincia de Huelva). En el cruce giro a la izquierda para Berrocal donde paramos en el bar de siempre a tomar una cervecita con avellanas.

Suárez dice que el recorrido de hoy es como “la media maratón” que debemos continuar en otra ocasión para seguir hacia El Manzanito, El Guijo…hasta volver a casa parando a tomar un tentempié en ruta.

Mientras descansamos tomando las cerveza, Miguel Ángel que se interesa por dos enormes mulas que traen dos hombres y que se paran a nuestro lado. Nos dicen que el día 28 de este mes es la Fiesta de la Cruz.





Y después cogemos cada uno su montura y carretera y manta para La Palma, que atravesamos al igual que Bollullos y por la via de servicio de la autopista regresamos a casa a las tres y veinte y con 121 kilómetros de recorrido.

¡Recuerdos para los que no vinieron y hasta la próxima!


martes, 3 de abril de 2012

Sábado, 31 de marzo, por Gonzalo


Ruta: No hay ruta.

¡Hola amigos! ¡Que no!.-..!Que no1… Que no hemos hecho “la rabona”. Que hemos salido al campo como todos los sábados, pero hoy era para ayudar en una carrera cicloturística que se celebraba en Almonte y en la que participábamos como colaboradores.



 
Se desarrollaban tres carreras en una: una cicloturística corta, otra larga y la maratón. La organización corría a cargo del Club Atrochamonte que nos había pedido la colaboración.

Al igual que el pasado año Manolo Sánchez y yo, Gonzalo, no fuimos en su coche y nos situamos en un cruce del pinar Jurado para indicar el camino a los corredores.

Luego fuimos a otro punto de la carrera de avituallamiento.

Miguel Ángel y Suárez se fueron con el yerno de Pedro “el del carrito” en un todoterreno a otros dos puntos del recorrido. Al final nos reunimos los cuatro en el último control y nos trajeron a casa en un coche.

El día estaba nublado con lluvia a ratos y sin  viento. Los parajes por donde pasaba la maratón de 80 kilómetros preciosos, aunque con algo de arena y otro poco de fango. Hubo una gran participación de corredores y al final los dos primeros de la carrera eran almonteños (hay que hacer patria chica).

¡Hasta la próxima!