lunes, 9 de enero de 2012

Sábado, 7 de enero de 2012, por Gonzalo


Ruta: Almonte, Rociana, Bonares, Lucena, Rociana, Almonte.

Día soleado aunque algo de viento. Hoy hemos ido solamente Suárez y yo, Gonzalo porque la enfermería no mejora. Así que recuerdos para ellos y deseos que se reincorporen pronto al grupo.

Salimos, como siempre después de repostar, por el camino de Rociana. Llegamos junto al colegio y a la izquierda buscamos la carretera que lo atraviesa desde Almonte. Giro a la derecha y seguimos hasta la salida junto al  campo de fútbol que dejamos a nuestra izquierda y atravesamos el arroyo por un puente que han hecho nuevo. La pista está bastante deteriorada en este inicio, pasamos por un huerto solar “Rociana” y dejamos a nuestra derecha a un pinar que sirve de campo de motocros en parte. Nos cruzamos con cuatro moteros que van hacia allí.

La pista se vuelve de mejor firme y pasamos junto a fincas freseras hasta que atravesamos la carretera Niebla-Bonares en una bajada y subida para llegar al pueblo. Nos adentramos hasta su centro y subimos una empinada cuesta junto al colegio para girar luego a la izquierda y bajar buscando la salida por  carretera.

La abandonamos justo al terminar las casas por una pista a la izquierda que, en descenso, nos va a acercar hacia el río Tinto. Antes pasamos por un antiguo vertedero que aún conserva restos. La pista en este tramo presenta grandes surcos por las rodadas de los vehículos. Por fin subiendo una cuesta nos aparece Lucena. Giramos a la izquierda y buscamos un bar en su travesía que nos proporcione un café y un rato de charla.

Decidimos luego volver buscando algún camino que nos acerque a Moguer. Encontramos uno que sale en esa dirección con pinta de buena pista que a medida que avanzamos se torna peor hasta que nos encontramos con una dehesa con grandes bancos de arena. 



La atravesamos y  encontramos luego una buena pista junto a una finca de fresas y una carretera fresera cercana. Tomamos dirección hacia Moguer y nos perdemos en un rompecabezas de pistas entre fincas freseras. Navegamos por un mar de plástico desorientados hasta que atravesamos un pequeño eucaliptal que nos lleva hasta el borde del “Alboreto del Villar”.
 


La cancela de entrada está soldada así que vuelta para atrás hasta encontrar la carretera que traíamos y como se hacía tarde decidimos volver por carretera. Así que bordeamos Bonares, Rociana y para Almonte sin parar. 

Llegamos al bar de la piscina sobre la una y media  a tomarnos una cervecita fresca después de charlar un rato con Francisco Luis y Rosendo que andaban por allí.

¡Hasta la próxima!
 

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