martes, 20 de marzo de 2012

Sábado, 17 de marzo, por Gonzalo


Ruta: Almonte, Pilas, Huévar, Carrión, Castilleja del Campo, Escacena, Manzanilla, Los Huertecillos, Almonte.

¡Hola amigos! Hoy tenemos una buena noticia. Nuestro compañero Manolo Sánchez abandona su encierro forzoso y, después de tres meses, se une de nuevo al grupo. 

 
Así que hoy salimos Suárez, Manolo, Miguel Ángel, Rafael Rubens y yo, Gonzalo. Nuestro compañero Martín sigue convaleciente con catarro.

Hemos salido con la pretensión de hacer poco más o menos el recorrido del domingo 29 de enero y que denominamos “Ruta de los depósitos del agua” (consultar crónicas anteriores) pero en sentido inverso.

Salimos a las nueve y media con nubes bajas, bastante humedad que empaña un poco las viseras, sin viento y en dirección al Camino del Algarrobo. Buena pista que al final nos introduce en el pinar junto a la Casa Forestal de “La Espardilla” de la guardería de Hinojos. 

En el cruce con la carretera giramos a la izquierda en dirección al Arrayán. Antes de llegar a esta Zona Recreativa, y en una pronunciada curva, tomamos un carril a la derecha que nos mete en el pinar de los montes de Hinojos. Una gozada de paisaje. Los surcos del carril apenas perceptible por la hojarasca de los pinos. Humedad en el ambiente (ha llovido ayer). Los aromos florecidos con un amarillo intenso entre el verde de la hierba que apunta. Palmitos entre  pinos centenarios nos recuerdan que está cercana la Semana Santa (se me vienen a la memoria recuerdos de mi niñez con los puestos de los palmitos entre olores de azahar e incienso en estas cercanas fechas).

 
Para más disfrute nos perdemos, porque erramos de carril y vueltas y revueltas por el pinar hasta que topamos con la valla del Parque Nacional. La seguimos hacia la izquierda. Hay maquinaria en esta zona limpiando de restos de eucaliptos. Pronto llegamos a la raya que buscábamos y que discurre por entre dos hileras de eucaliptos y “una jartá de arena”. Algunos como  Miguel Ángel o Rafael no parecen tener mucho problema pero a mi me entran una ganas de volver para atrás que “naiya es”. Un buen rato de navegar con los pies haciendo de palas y por fin la pista que discurre paralela a la carretera Hinojos-Villamanrique en el punto en el que queríamos llegar. La atravesamos y pasamos por “un ojo” de la carretera y una pista que al principio está regular pero pronto mejora. Nos paramos en un pequeño puente que anuncia la valla de  Parque Nacional y enseguida mejora el firme.


 
Le han quitado los numerosos baches y en el final le echaron albero y lo compactaron. Llegamos a la circunvalación de Pilas, nos metemos para adentro y en su travesía nos paramos … ¡a desayunar con churros!




 Rato de animada charla en la que Rafael nos habla de su afición a volar, nos cuenta cómo se construyó él sólo su propio avión, en forma de mecano,  nos enseña fotos en vuelo y nos invita a probarlo.

Salimos de Pilas por una pista que sale cerca del desguace de El Pingüino y las tapias de un cementerio hacia Huévar. Caminamos entre olivos. La pista con mucho chino suelto necesita compactarlo o que llueva un poco. Dejamos un cruce a la derecha y llegamos al pueblo por el depósito del agua. 




Atravesamos las vías por una curva pronunciada y en el primer cruce a la izquierda tomamos un carril que nos lleva paralelo a las vías del tren en dirección a Carrión. La pista está recién arreglada y nos acerca hasta las tapias del cementerio. Lo dejamos a nuestra izquierda y subida hasta el depósito del agua. 



Luego tomamos un carril a nuestra izquierda que está peor. Estrecho y con algo de arena y … ¡la finca de “Los Vazquéz” con sus “graciosos” perros! Menos mal que (será por descuido tiene la cancela cerrada)  nos reciben desde dentro de la finca. De momento estamos en el depósito del agua de Castilleja y bajamos hasta la nacional Huelva-Sevilla.

Giro a la izquierda y esta vez no puedo pasar sin saludar a mi prima Antonia Millán que vive al borde de la pista que tenemos que tomar   para ir hasta el templete de la Virgen de Luna. Así que …sorpresa para ella que no me espera. Besos e invitación a que pasemos a tomar café. Lo agradecemos pero ya lo tomamos. Recuerdos para Jacinto y toda la familia y foto de recuerdo.





Salimos por la pista contigua a su casa en dirección a la ermita. Están arreglando la pista en varios tramos. Enseguida llegamos y visita a la Virgen. Leemos la leyenda y Miguel Ángel y Suárez que intercambian de montura hasta la próxima parada. 


 
Llegamos a Escacena y la atravesamos hasta llegar al cruce de la nacional Huelva-Sevilla junto a la gasolinera. Atravesamos y salimos por carretera en dirección a la ermita de la Virgen del Valle patrona de Manzanilla. Un azulejo en su portada nos informa de su antigüedad y de las Fiestas que allí se celebran.

 
Nueva parada y carrusel de pruebas de motos entre todos. Yo con la tuya, tú con la de aquel y el otro con la que pilla. La mía como es la mejor no la quiere probar nadie. Ellos que se lo pierden.

Después como en Bollullos: cada uno con lo suyo y “palante”. Llegada a Manzanilla y como es tan grande la urbe, nos perdemos. Después de dar dos vueltas por delante de su Iglesia, un pintor de brocha gorda nos indica el camino. Así que vimos su Casa Ayuntamiento, su plaza y después de la visita turística salimos como siempre junto al campo de fútbol.

Pista con bastantes hoyos que nos acerca a un eucaliptal que habemos de cruzar por el centro pero he aquí que nos tropezamos con una Ruta de Bici de montaña. Estorbamos y nos desvían por el borde de los eucaliptos junto a un arroyo. Bordeamos hacia arriba entre eucaliptos por la derecha y olivos por la izquierda hasta que llegamos a la vía de servicio de la autopista.

Este camino es más entretenido que el que pensábamos coger, así que otro día que vengamos ya sabemos por dónde tenemos que tirar. Hay Colaboradores de la prueba de bicis en cada cruce. Llegamos a la carretera ecológica Hinojos-La Palma. Giro a la izquierda y en el pinar giro a la derecha. Nos volvemos por las Casas Forestales de El Membrillo y Cumbrehermosa, el Camino de los Huertecillos y al bar de la piscina a tomar una cervecita y un rato de charla.


 
El día mejoró. Hay sol con alguna nube alta. Son las dos y cuarto y 86 kilómetros de un recorrido muy variado.

¡Recuerdos para Martín que se lo perdió!

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